Miraba por la ventana
con cansados ojos
el pasar de una sotana
con un par de anteojos
¿No es lo suyo más cierto,
sus más pensadas verdades,
que engañan con veleidades,
lo que fue todo un acierto?
Que las gentes las desean,
pues desear está de moda,
y aunque bastante incomoda,
por muy pequeñas que sean
Nada le puedo yo hacer
excepto suavemente tener
el viento sobre mi cara
al mirar por la ventana
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